¿Alguna vez ha pensado: “Ojalá pudiera preguntarle esto a Dios”? Si es así, no está solo. Es un deseo común. Desde las doctrinas más profundas de las Sagradas Escrituras hasta los desafíos personales, hay muchos asuntos relacionados con la vida cristiana que los creyentes no entendemos del todo, pero que nos gustaría entender. En este mensaje, el Dr. Stanley explora la voluntad de Dios de satisfacer la curiosidad de su pueblo. En lugar de ofenderse por nuestras preguntas, Dios las previó e incluso desea escucharlas, y se ofrece a guiarnos por su Espíritu Santo “a toda la verdad” (Jn 16.13).