La Biblia nos dice lo importante que es perdonar a quienes nos hayan ofendido. ¿Por qué razón? Porque la falta de perdón...
Daña nuestras relaciones. ¿Alguna vez ha intentado mantener una amistad con alguien que está sumido en la amargura? No puede, porque esa persona está obsesionada con sentimientos negativos dañinos.
Obstaculiza nuestra vida de oración. La falta de perdón es pecado, y el pecado no confesado genera una “interferencia” en nuestra relación con Dios. Por eso, debemos perdonar a los demás antes de orar o adorar (Mt 5.23, 24).
Daña nuestro testimonio. Lo más importante de nuestro testimonio es la salvación: que Cristo perdonó nuestros pecados y nos salvó del castigo eterno. Pero ¿cómo compartir esto si quien escucha no ve señales de perdón en nuestra vida?
Entorpece nuestro crecimiento espiritual. Dios no bendice la desobediencia. Si usted vive sin perdonar, no puede esperar las bendiciones de Dios. Persistir en la desobediencia interrumpe nuestra comunión con el Señor y causa estancamiento espiritual.
¿Hay alguien a quien necesite perdonar? No deje pasar un día más sin extenderle su gracia a esa persona. Eso es más importante de lo que usted cree.
BIBLIA EN UN AÑO: GÁLATAS 1-3