En este mensaje, el Dr. Stanley destaca la obligación espiritual de ser pacientes. Demostrar paciencia implica el compromiso de reaccionar con amor y paz, al mismo tiempo que demostrar una disposición a largo plazo para esperar en Dios. Cuando somos pacientes, aprendemos a acatar el tiempo del Señor, a confiar en su perspectiva eterna y a descansar en su amor por nosotros.