Saltar al contenido principal
Artículo Destacado

Cómo vigorizar nuestro espíritu

Hay una búsqueda que nos da más energías para vivir una vida consagrada.

John VandenOever 13 de marzo de 2022

Una semana, mi maestra de escuela dominical de quinto grado colocó su Biblia en la mesa ante nosotros y la cubrió con tarjetas de béisbol, calcomanías, un videojuego portátil y revistas. Luego preguntó: “¿Pueden ver la Biblia bajo todas estas distracciones?”

Ilustración por Adam Cruft

No supe apreciar lo que ella estaba tratando de decir en ese momento. Aunque me mantengo al día con mi equipo de béisbol favorito, el último libro de bolsillo, noticias y cultura, mi Biblia siempre ha estado cerca. Sin embargo, debo admitir que con mucha frecuencia su impacto se redujo cuando dediqué demasiado tiempo y atención a cosas menores.

En el mejor de los casos, tales diversiones son agradables, pero la verdad es que nunca satisfacen. Estoy aprendiendo a no deleitarme tanto con ellas. Quiero algo más que una simple distracción, ¿y usted no? Por eso me siento tan identificado con la verdad de que la alegría viene de conocer mejor a Cristo y de apoyarse más en Él. En su sermón “Hambre y sed de Dios”, el Dr. Stanley lo describe de esta manera: 

“Cuando usted tiene una relación con Dios de hambre y sed de Él, ¿sabe lo que sucede? Se libera. Él comienza a liberarle del gancho y la atracción del mundo. ¿Por qué razón? Porque ahora su alma se está deleitando en el Señor mismo. Su espíritu se deleita en Dios cuando lo escucha, lee su Palabra y habla con Él”.

Mi Biblia siempre ha estado cerca. Sin embargo, debo admitir que con mucha frecuencia su impacto se redujo cuando dediqué demasiado tiempo y atención a cosas menores.

Cuando me levanto un poco más temprano para pasar unos minutos más, incluso una hora con Dios y su Palabra, hay un impulso inconmensurable dentro de mi espíritu. Me vuelvo confiado en Él, menos reacio a mis desafíos, menos temeroso por el futuro y más gozoso por el día. Y al orar al Señor con un pasaje de la Sagrada Escritura, comprendo lo que el escritor de Hebreos quiso decir cuando llamó a esta verdad “viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos” (Hebreos 4.12).

Las cosas de menor importancia todavía me interesan, pero a medida que aprendo a vivir delante de Dios, comprometido y más conectado, ellas se convierten en regalos para disfrutar, no en pasiones que toman su lugar en mi corazón.

Más Artículos