Larry Shelton estaba frente al océano Pacífico, con los pies en la húmeda arena. Entonces, sin previo aviso, la paz del momento se convirtió en ansiedad. El golpeteo de las olas producía un estruendo que recordaba al del voraz incendio que consumió su casa en California dos meses antes. Había sido el más letal en la historia del estado. Shelton y su esposa Faith lo perdieron todo, salvo unos pocos objetos personales.
Fotografía por Joseph Miller
Shelton, un pastor jubilado, sintió en el 2017 el llamado a dar consejería a otros pastores. En parte, él tiene cicatrices por décadas de ministerio y entiende que el cuidado pastoral es necesario para quienes sirven al Cuerpo de Cristo. Dios inspiró la idea de un ministerio de “descanso y relajación”; la casa de los Shelton en la pintoresca ciudad de Paraíso podría ser renovada para acoger huéspedes.
Pero cuando terminó la construcción, el incendio del 2018 destruyó la ciudad. En ese momento, Faith estaba trabajando en la cercana ciudad de Chico, pero Shelton y miles de personas huyeron para salvar sus vidas.
Durante casi tres años, la pareja vivió como nómadas, hasta que se fueron a Montana. Estuvieron a punto de quedarse allí, pero Shelton siguió pensando en las personas que necesitaban refugio: pastores agotados, ministros que necesitaban una persona en quien confiar, así que tomó la decisión de reconstruir.
Ahora, los Shelton acogen a pastores en su casa recién reconstruida, un lugar que ofrece actividades de agua y ayuda a los huéspedes mientras resuelven sus problemas. El llamamiento de Shelton es aconsejar, alentar, edificar y llevar a las personas al paraíso del amor de Cristo.
