Saltar al contenido principal
Artículo Destacado

Estudio Bíblico: El santuario de Dios

No hay ningún lugar como ese... donde Él habita.

Personal de Ministerios En Contacto 16 de agosto de 2023

Imagínese la orquídea más perfecta y poco común en un recipiente frágil y defectuoso. Eso es algo así como el Espíritu Santo morando en nosotros. El apóstol Pablo dijo que los cuerpos de los creyentes son vasijas de barro que contienen un tesoro: la presencia misma del Señor (2 Co 4.7). Si bien Dios alguna vez habitó en un templo construido por un rey, hoy habita en nosotros. Es una razón tanto de felicidad desbordante como de un profundo sentimiento de humildad.

Ilustración por Adam Cruft

Contexto

Cuando Coré encabezó una rebelión contra la autoridad de Moisés y Aarón, los rebeldes fueron fulminados por Dios, perdiendo su honroso lugar de servicio en el santuario y sus vidas. Pero Él tuvo piedad de los hijos de Coré (Nm 16; 26.11). El Salmo 84 se atribuye a sus descendientes, que más tarde sirvieron como guerreros, porteros y cantores.

Lea

Salmo 84 (LBLA)

Reflexione

¿Qué anhela en este momento?

  • El Salmo 84 comienza con “¡Cuán preciosas…!” (Salmo 84.1). ¿Qué podría llevar al salmista a elegir esta exclamación: ¿Sorpresa? ¿Deleite? ¿Temor reverente?

  • El salmista describe las “moradas” del Señor (Salmo 84.1). En los tiempos del Antiguo Testamento, Dios se reunía con su pueblo en un lugar preciso: al comienzo, en una tienda de campaña en el desierto; más tarde, durante el reinado de David, se reunía con ellos en Jerusalén; y, por último, en el templo de Salomón en ese mismo lugar. El santuario de la tienda estaba decorado con cortinas tejidas con oro y plata (Éxodos 26), mientras que el templo de Salomón era una maravilla de rica artesanía (1 Reyes 6). Sin embargo, el salmista se siente atraído por algo más. ¿Cuál es el verdadero objeto de su anhelo aquí?

  • Las aves, al igual que los humanos, buscan lugares seguros para vivir y criar a sus hijos. ¿Qué dice el Salmo 84.3 sobre el poder de la presencia de Dios para quienes caminan con Él? ¿Cómo se traduce esto en la vida suya?

  • Una vez que se asentaron en todo Israel, los judíos viajaban a Jerusalén para poder asistir a las fiestas sagradas y adorar. Este viaje, al que se refiere el versículo 5 como “tus caminos”, es también una metáfora de una vida consagrada a Dios, ya sea que describa la de un santo del Antiguo Testamento o la de un creyente cristiano. ¿Qué dice el Salmo 84 acerca de la inevitabilidad de las pruebas (“valles”) (Salmo 84.5, 6)?

Continuación del estudio

Las tribus hebreas tenían varios roles específicos. Los descendientes de Coré servían como porteros de la casa de Dios (1 Crónicas 9.19).

  • Coré, el antepasado de los salmistas, no se había conformado con ministrar dentro del santuario de Dios: la arrogancia y el orgullo fueron su perdición. Pero en el Salmo 84, sus descendientes expresan su preferencia incluso por los atrios [patios] de la casa de Dios por sobre cualquier otro lugar (Salmo 84.10).

  • Los salmistas, hablando proféticamente por medio del Espíritu Santo, piden a Dios: “Mira, oh Dios, escudo, y contempla el rostro de tu ungido” (Salmo 84.9). ¿En qué sentido son estas palabras una imagen gloriosa del Cristo venidero? ¿Cree usted que es significativo que a este versículo le siga otro que expresa gratitud por servir? ¿Por qué razón?

Reflexione

La humildad es indispensable para servir y ser feliz.

  • El orgullo y la rebelión tienen consecuencias devastadoras, pero pueden ser redimidas. Y con la sabiduría del Espíritu Santo, pueden hacernos humildes. Entonces se convierten en peldaños hacia una paz profunda en la presencia de Dios, una obediencia gozosa y un servicio gratificante para su reino. 

Profundice

Considere cómo se aplica este estudio a su vida.

En el Antiguo Testamento, Dios se encontraba con su pueblo en un santuario de tiendas de campaña o en un templo hecho de madera. Eso cambió cuando Cristo ganó el perdón y una nueva vida para nosotros. Ahora los creyentes somos su morada: “Vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios” (1 Co 6.19). Aunque ya no es necesario hacer un viaje para estar en la presencia del Señor, la experiencia descrita en el Salmo 84 sigue teniendo paralelos con la nuestra.

  • El versículo 2 del salmo dice: “Anhela mi alma, y aun ardientemente desea los atrios de Jehová”. El Espíritu Santo nunca nos abandona (Juan 14.16), pero a veces sentimos menos su presencia. ¿Alguna vez su apretada agenda le hace impacientarse por tener un tiempo de oración? ¿Pasa toda la semana anhelando la dulce comunión de la iglesia? ¿O siente una ausencia de anhelo? Comparta con Dios lo que sea apropiado: confesión, necesidad de más hambre de Él o amor por Él. 

  • Nuestro anhelo de Dios no estará plenamente satisfecho hasta que lleguemos al cielo. Lea otra vez el Salmo 84.5-7. ¿Cómo le ayuda el Señor a perseverar mientras tanto?

  • El Salmo 84 expresa el gozo por las bendiciones que se encuentran en el santuario de Dios. Cuando comprendemos la asombrosa verdad de que, cuando nuestras almas se unen a Cristo, nos convertimos en este santuario, nuestros vasos de barro se llenan de alabanza. No hay lugar tan glorioso como ese donde Él está.

Más Artículos