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Artículo Destacado

Todos somos una familia

¿Qué es ser parte de la familia de Dios?

Personal de Ministerios En Contacto 12 de septiembre de 2023

Si usted busca la palabra ciudadanía en un diccionario, encontrará conceptos como grupo, derechos y responsabilidades. Tiene sentido, entonces, que en su carta a los Efesios, Pablo usara esta palabra para explicar nuestro estatus en el reino de Dios. Pero también utilizó otra palabra: familia, que reconoce la intimidad de nuestro vínculo de sangre con el Señor y nuestros hermanos en la fe. Sin duda es una familia, y en las familias, el amor es natural y esencial.

Ilustración por Adam Cruft

Contexto

Los eruditos creen que el apóstol Pablo estaba encarcelado cuando escribió su carta a los cristianos de Éfeso. En el pasaje de estudio de hoy, habla con elocuencia sobre las verdades eternas de nuestra salvación.

Lea

Efesios 2

Reflexione

Piense en el gozo que sintió cuando entendió por primera vez el milagro de la redención.

  • La frase en otro tiempo aparece dos veces en los versículos 2 y 3.

  • El apóstol escribe que antes de la salvación los creyentes no solo eran pecadores, sino que en realidad estaban muertos, otra palabra que aparece dos veces (Ef 2.1, 5). El uso del griego nekrous, que significa “cadáver”, refuerza el sentido de que no se trata solo de una metáfora. Es difícil comprender la gran profundidad de nuestra necesidad de Cristo, pero reflexionar con gozo sobre nuestra experiencia es beneficioso, incluso vigorizante y emocionante.

  • El Señor Jesucristo dijo que amar a los amigos es distinto a amar a los enemigos, y que hacer esto último es ser como Dios (Lc 6.32-35). Eche un vistazo a situaciones relacionadas con su experiencia. Pablo nos recuerda que en otro tiempo éramos los enemigos a quienes Dios amó (Ef 2.2). ¿Qué sentimientos despierta esto en usted?

  • En su amor, Dios nos dio la gracia necesaria para llevarnos de la muerte a la vida, incluso cuando nosotros mismos no podíamos desearla (Ef 2.3-5). Examine su compasión por las personas que todavía no conocen a Cristo. ¿Se considera mejor que ellas?

  • Aunque estábamos muertos, Dios nos dio vida y también “nos hizo sentar en los lugares celestiales” (Ef 2.5, 6). ¿Ve una conexión entre esto y la frase de Pablo “las abundantes riquezas de su gracia” (Efesios 2.7, énfasis añadido)?

Continuación del estudio

Pablo continúa recordando a los efesios las muchas maneras en que una vez fueron extraños con respecto a Dios, pero que ahora están lo más cerca posible.

  • Pablo se refiere a dos tipos de separación: una entre gentiles y judíos, y otra entre Dios y todas las personas antes de que lleguen a la fe. ¿Por qué es Cristo la respuesta a ambas separaciones (Ef 2.11-16)? 

  • Aunque los judíos gozaban de ciertas ventajas por ser el pueblo elegido de Dios (Ef 2.12), el resto del pasaje deja claro que en su familia, comprada con sangre, no hay grupos favoritos. Como creyentes, todos somos “una nueva persona” y “somos edificados juntos”, con igual acceso “al Padre en un solo Espíritu” (Ef 2.15, 22, 18).

Reflexione

Algunas personas disfrutan de la soledad; otras de la vida en comunidad. ¿Qué hace que una vida sea satisfactoria?

  • El sentido de pertenencia es vital para nuestro bienestar. En Cristo, tenemos unidad con Dios, así como conexión con nuestros hermanos en la fe. El regalo de Dios no es solo el asombroso galardón de la vida eterna, sino también la paz, el compañerismo y la familia.

Profundice

Considere cómo se aplica este estudio a su vida.

¿Recuerda sus primeros días como cristiano? Tal vez era tan joven entonces que es difícil recordar su punto de partida. Pero el presente es siempre un buen momento para reflexionar en cuanto a las verdades bíblicas de la salvación y experimentar admiración y gratitud. Hacerlo mantiene nuestra fe vibrante y nuestro amor fuerte. Sin embargo, es posible que los efesios puedan haber pasado por alto este punto de la carta de Pablo. Años más tarde, Cristo pronunció una queja contra ellos: “Has abandonado tu primer amor.  ¡Recuerda de dónde has caído! Arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al principio” (Ap 2.4, 5 NVI). Todos queremos saber que hemos agradado al Señor. Entonces, ¿qué deberíamos considerar?

  • Antes de dar esa dolorosa reprimenda, el Señor elogió las obras, el trabajo, la perseverancia y la paciencia ante la persecución de los efesios (Ef 2.2, 3). ¿Podría haber disminuido el aprecio que tenían por el Señor el centrarse demasiado en esos admirables esfuerzos, costándoles su “primer amor”? 

  • El hábito de la comparación puede minar nuestra confianza ante Dios e incluso alimentar la envidia. En la Iglesia, todos somos hijos de Dios. ¿Qué puede usted hacer para apoyar a todos los creyentes?

  • Reflexionar en la maravilla de su salvación le llenará del Espíritu Santo y profundizará su relación con Dios. Además, usted se convertirá en un estímulo para otros cristianos.

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