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Una comunidad de esperanza

Para los Bowers, el ministerio no es una mera tarea, sino su propia vida.

Tim Rhodes 14 de enero de 2024

Para las mujeres en situación de riesgo en Chiang Mai (Tailandia), Nice y Andrew Bowers, y sus hijos no son solo ministros: son una segunda familia. En busca del calor y la seguridad de un hogar, algunas huéspedes se quedan durante meses mientras estudian en la universidad; otras solo vienen en busca de consejo. Cada noche, Nice les prepara la cena mientras Andrew dirige un estudio bíblico.

Fotografía Por Jittrapon Kaicome

Desde que Nice era pequeña, sus padres modelaron esta hospitalidad para rescatar a las niñas de la trata de personas. Nice experimentó las dificultades de la pobreza y de los traumas familiares. Ahora ella y Andrew se ocupan de las chicas que viven lejos de las aldeas de montaña.

Al ver los hermosos rostros alrededor de la mesa, Bowers se siente agradecida por este ministerio que capacita a las mujeres para ser portadoras de esperanza dentro y fuera de sus comunidades.

Esperanzas para el futuro

Um fue la primera chica de su familia en ir a la universidad. Cuando dejó su pueblo para estudiar en Chiang Mai, pidió a Dios que se acordara de ella. Él respondió a su oración por medio de Nice. Hoy Um es enfermera, sirve en el nombre de Cristo y cuenta con el apoyo de Nice y su querida familia.

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