¿Su insuficiencia le ha hecho sentir vergüenza? Es humillante cuando los demás se dan cuenta de que uno no está preparado para una tarea o de que carecemos de conocimiento en cuanto a algún tema. Pero puede ser una bendición si vemos nuestra insuficiencia de la manera correcta.
Deje que su insuficiencia le lleve a Dios. Dedique tiempo a la oración y derrame su corazón ante Él. Encuentre consuelo en la Palabra al recordar el cuidado de Dios por usted. Dios está utilizando este proceso aleccionador de humildad para enseñarle dos lecciones importantes: a confiar en que Él obrará en medio de su debilidad y a depender del poder del Espíritu Santo.
La insuficiencia nos recuerda que debemos dejar de intentar hacer la voluntad de Dios con nuestras propias fuerzas. Si seguimos el camino de la autosuficiencia, nos veremos agobiados. Pero cuando admitimos nuestra insuficiencia ante Dios, la carga desaparece y descubrimos el contentamiento que viene con un corazón subordinado y confiado.
El Señor es más grande que sus necesidades, y su poder se demuestra en nuestra debilidad. Si hay un área en nuestra vida que estamos tratando de manejar por nuestra propia cuenta, recordemos ceder el control y depender humildemente del Señor.
Biblia en un año: Marcos 8-9