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Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

Dependencia del Espíritu Santo en nuestro trabajo

Los obstáculos llegarán; podemos elegir concentrarnos en ellos o confiar en la dirección del Señor.

20 de agosto de 2023

Esdras 4.1-5

Los israelitas habían regresado a Jerusalén para reconstruir el templo. Pero muchos se opusieron a sus esfuerzos y, de hecho, fueron bastante astutos. Primero, se ofrecieron a ayudar. ¿Qué mejor manera de hacer que las cosas salgan mal que involucrarse en el trabajo? Cuando su ayuda fue rechazada, los enemigos se dispusieron a desanimar y amedrentar a los israelitas. Tuvieron éxito en detener el trabajo, por un tiempo.

Pero “los ojos de Dios estaban sobre los ancianos de los judíos”, y la obra pudo proseguir (Esd 5.5). El Señor se encargó de la oposición. Lo que eso quiere decir es que, a veces, Él eliminará el problema y en otras ocasiones, caminará con nosotros a través de él. Pero de cualquier manera, Dios quiere que dependamos de Él. Esto significa elegir... 

  • Amar pacientemente a otros.

  • Guiar con sabiduría a los demás.

  • Seguir los principios bíblicos sobre las finanzas.

  • Tener contentamiento divino.

  • Hacer la obra de Dios a la manera de Él.

Nuestro trabajo debe caracterizarse por la dependencia del Espíritu Santo (Ga 5.16). Aunque esa mentalidad no es popular, es la única manera de vivir como hijo de Dios. Busque a otras personas que tratan de seguir regularmente la dirección del Espíritu y anímense unos a otros a vivirla.

Biblia en un año: Jeremías 37-40

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