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Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

El problema del orgullo

¿Piensa usted que su plan es mejor que el de Dios? La independencia proviene del orgullo, pero un corazón humilde vive en completa dependencia del Señor.

17 de marzo de 2022

1 Samuel 13.1-14

El orgullo es una condición común a toda la humanidad. No importa nuestra edad, capacidad, estatus social o cultura, todos somos propensos a exhibir aspectos de esta actitud de autopromoción.

Como el primer rey de Israel, Saúl debía liderar siguiendo las instrucciones de Dios bajo el poder del Espíritu Santo. Para tener éxito, necesitaba recordar que su autoridad había venido del Señor; y sus responsabilidades incluían llevar a cabo el plan de Dios, liderar al pueblo con el ejemplo y obedecer los mandatos divinos. Pero como muchos de nosotros hoy, Saúl actuó como si el control le pertenecía a él, no al Señor. Por su orgullosa confianza en sí mismo, violó el mandamiento de Dios y ejerció funciones sacerdotales que no le correspondían.

Tal vez usted pueda estar pensando que esto no se aplica a su vida ya que no tiene una posición elevada. Pero, en realidad, sí se aplica. Como cristianos, hemos sido elegidos para ser el pueblo de Dios (1 P 2.9), y Él tiene un trabajo especial que cada uno de nosotros debe realizar (Ef 2.10). El Espíritu Santo habita en nosotros con el propósito de guiarnos y capacitarnos para que hagamos nuestra parte en el plan divino.

¿Piensa usted que su plan es mejor que el de Dios? La independencia proviene del orgullo, pero un corazón humilde vive en completa dependencia del Señor.

Biblia en un año: Jueces 13-15

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