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Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

Las recompensas de la meditación

La principal recompensa de meditar en la Palabra de Dios es acercarnos más a Dios.

4 de marzo de 2022

Salmo 51

Hay muchas necesidades apremiantes en este mundo, como las relacionadas con las comunidades marginadas, los desastres naturales y las familias necesitadas. Por eso, pasar tiempo con el Señor en su Palabra y en oración puede parecer menos apremiante, aunque no lo es. Consideremos las razones para hacer de la meditación una práctica diaria.

La principal recompensa de meditar en la Palabra de Dios es acercarnos más a Dios. Piense en un buen amigo o familiar. Su cercanía no surgió de la nada. Más bien, es el resultado de una larga y estrecha relación de amor, confianza e interacción. No podemos acercarnos al Padre celestial a menos que nos propongamos pasar tiempo con Él.

La meditación también nos permite desarrollar un corazón puro. Lo vemos con claridad en el arrepentimiento del rey David en el Salmo 51. Debido a su estrecha relación con Dios, el rey no pudo esconderse de su propio pecado. En el versículo 3, él clama: “Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí”.

El dolor en la conciencia de David lo llevó a reconciliarse con el Señor. De la misma manera, cuando permitimos que nuestra relación con Dios penetre en los lugares más oscuros de nuestro corazón, encontramos fuerzas para arrepentirnos y recibir su maravilloso perdón.

Biblia en un año: Deuteronomio 33-34

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