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Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

Lo que perdemos, lo ganamos

La entrega hace posible que el fruto de Dios florezca en nuestra vida.

12 de septiembre de 2023

Lucas 14.25-33

Ayer hablamos de darle el control de nuestra vida a Dios y lo que ganamos como resultado. Pero ahora vayamos un paso más allá y preguntemos: ¿Cómo sabemos si estamos totalmente rendidos? Estamos rendidos del todo cuando...

  • DECIMOS: “PASE LO QUE PASE, SEÑOR, HÁGASE TU VOLUNTAD”. Empezamos por reconocer su derecho a tener el control de nuestra vida. Entonces lo seguimos, incluso si no entendemos por completo las razones para guiarnos en cierta dirección.

  • DEJAMOS DE NEGOCIAR CON DIOS. Como pecadores salvos por gracia, no tenemos ninguna razón para negociar con Dios. Él nos redimió con la sangre derramada de su Hijo y nos hizo parte de su familia. Nuestra lealtad a Él debe ser sincera.

  • LO DEJAMOS TODO PARA RECIBIR DEL SEÑOR. La entrega absoluta significa que renunciamos voluntariamente a nuestra independencia y preferencias personales (Mt 10.39). Al hacerlo, nos posicionamos para ser en verdad útiles al Señor y experimentar una profunda comunión con Él. Puesto que somos un canal abierto listo para el uso de Dios, nada obstruye el flujo de su Espíritu por medio de nuestra vida y obra. No será fácil, pero siempre recibiremos más de lo que se nos pide que renunciemos.

Biblia en un año: Daniel 1-2

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