La integridad y la piedad de Daniel fueron bien establecidas a lo largo de una vida que desafió su fe muchas veces. Desde su adolescencia, vivió fielmente su compromiso con el Señor. Y cuando ya era anciano, fue arrojado al foso de los leones por su negativa a transigir. De esta manera, Dios mostró su poder y su fidelidad a sus siervos, a la vez que utilizó a Daniel como testimonio ante un rey pagano.
¿Es su devoción inquebrantable a Cristo un testimonio para otros? Muchos cristianos tienen un compromiso de conveniencia. Permanecerán fieles mientras sea seguro y no implique riesgo, rechazo o crítica. En vez de permanecer solos ante el desafío o la tentación, ceden a la presión. ¿Qué clase de testimonio es ese? ¿Quién querrá seguir a nuestro Dios si nosotros mismos no lo seguimos? Recuerde, la manera en que actuamos atrae o aleja a otros de Dios.
Si usted desea ser como Daniel, practique su compromiso con Cristo tanto en privado como en público. El tiempo que pase a solas con Dios en su Palabra transformará su carácter y fortalecerá su decisión de defender la verdad en un mundo incrédulo.
Biblia en un año: Oseas 1-5