Jeff Meyer creía que lo tenía todo: un buen trabajo y una familia maravillosa. Entonces su hijo adolescente se convirtió al cristianismo, y se dio cuenta de que sinCristo no estaba viviendo de verdad.
Historias de Fe
Nunca solos
Todo en la vida de Liz se había desmoronado. Pero cuando se centró en Cristo, Él le dio un propósito renovado. Liz comenzó a ayudar a los demás y conoció a Michele, una nueva creyente que necesitaba apoyo cuando enfrentó una tragedia.