Las decisiones que hoy tomamos determinan nuestro futuro. Si hubiéramos sabido cuáles eran las consecuencias, nunca habríamos tomado algunas de nuestras decisiones pasadas.
El Dr. Stanley plantea algunas preguntas que debemos hacernos antes de elegir un camino. El Señor Jesús dice que solo hay dos maneras de vivir. Podemos recorrer el camino piadoso y justo o el camino que lleva a la decepción y a la destrucción. Todo depende de a dónde queramos llegar en la vida y de las reglas, si es que las hay, por las que queramos vivir.
El Señor Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8.12).
Si queremos ir por el camino correcto, tenemos que poner nuestra confianza en Cristo como el Salvador crucificado, pedirle a Dios que perdone nuestros pecados y entregarle nuestras vidas.