En esta época de información ilimitada, ¿cómo podemos distinguir entre nuestra voluntad y la de Dios? Por medio de su Espíritu Santo, Dios nos ha dado discernimiento: la capacidad de juzgar lo que nos rodea correctamente. En este mensaje, el Dr. Stanley nos enseña acerca de este importante don y por qué es un componente esencial de nuestra madurez espiritual.