Saltar al contenido principal
Maui, Hawái. Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

El que abre y cierra

El Señor Jesús es la llave que nos abre las puertas a la libertad y a la vida eterna.

21 de diciembre de 2023

Apocalipsis 3.7

¿Alguna vez se ha encontrado junto a su auto en una tormenta repentina, buscando la llave para entrar en él? Aunque empapado e incómodo, se alegró cuando finalmente la encontró, ¿no es cierto?

“Veni, Veni, Emmanuel” nos recuerda que Cristo tiene la llave correcta para el reino: la Clavis David, o “llave de David”. Esta antífona utiliza palabras de Isaías para mostrar que el Mesías venidero será el rey legítimo. Solo Él tendrá la autoridad para abrir y cerrar cualquier puerta, como Él quiera.

Nuestro Señor usa estas palabras para referirse a sí mismo en Apocalipsis 3.7. La iglesia de Filadelfia había sido perseguida, pero Él les abrió una puerta. Aunque el versículo correspondiente en el himno se enfoca en “nuestro hogar celestial”, Él nos ha dicho que el reino está más cerca, a la mano, como dice Mateo 4.17. En otras palabras, cuando confiamos en el camino de Cristo a la vida abundante, nuestra libertad eterna del pecado y de la muerte comienza.

La O Clavis David nos invita a orar de dos maneras: la primera, aceptando a diario la invitación del Salvador a ser libres. No importa cuán difíciles sean nuestras circunstancias, el Señor abre el camino a la vida abundante (Jn 10. 7; 14.6). La segunda, orando para tener el valor de llevar a otros a Cristo, a través de la puerta que Él abrió a su reino.

Biblia en un año: Hebreos 12-13

Otros devocionles


Ver todas las meditaciones diarias