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Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

La búsqueda del Señor

Buscar al Señor no es algo que se haga con apresuramiento.

6 de noviembre de 2021

Salmo 27.4-8

 

Mi vida fue influenciada radicalmente por el ejemplo de mi abuelo, un hombre que buscaba de todo corazón al Señor. Yo quería tener la misma clase de relación con Dios, y sabía que la única manera en que esto sucedería era si lo buscaba de corazón. Después de todos estos años, puedo decir con total sinceridad que lo más especial de mi vida es esforzarme por mantener una relación estrecha con el Señor.

 

Este tipo de relación no ocurre de manera automática. No es algo que se pueda lograr durante un servicio dominical, ni se puede lograr leyendo un capítulo o dos de la Biblia y orando durante diez minutos al día. Buscar a Dios es un esfuerzo de por vida.

 

Son muchísimos los creyentes que están satisfechos con tener una relación superficial con Dios. Buscan respuestas a la oración o alivio en tiempos de sufrimiento, pero no están dispuestos a buscarlo con diligencia —día tras día— por medio de su Palabra y de la oración. Desaprovechar esta gran bendición es una tragedia.

 

Buscar al Señor no puede ser, en absoluto, algo que se haga con apresuramiento. Nos costará tiempo y energías, pero las recompensas de conocerlo de manera personal merecen hacer cualquier sacrificio. ¿Está usted dispuesto a esforzarse tanto como sea necesario?

 

Biblia en un año: Juan 14-16

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