Cuando la vida parece salirse de control, ¿cómo podemos mantener la paz? En este mensaje, el Dr. Stanley nos muestra cómo encontrar tranquilidad y fortaleza espiritual, incluso en medio de las dificultades. El pecado nos aleja de Dios y nos pone en conflicto con Él. Por eso, el primer paso para tener la paz de Dios es reconciliarnos con Él.
Bosquejo del Sermón
En ocasiones se nos dificulta tener paz. Sin embargo, hay buenas noticias al respecto. Jesucristo ofrece paz a los que lo buscan y permanecen en sus caminos. Hoy, el Dr. Stanley comparte algunos puntos esenciales para encontrar y mantener nuestra paz.
Pasaje clave: Juan 14.1, 27; 16.33
Lecturas de apoyo: Isaías 59.1, 2; Romanos 5.1, 9, 10; Filipenses 4.6, 7
¿Es posible experimentar paz verdadera cuando las circunstancias que enfrentamos no son perfectas?
► “Todos hemos enfrentado momentos difíciles, en los que nos hemos preguntado dónde está Dios”.
Jesucristo les dijo a sus discípulos que…
No se afligieran ante las dificultades, pues Él ya nos ha dado la victoria (Jn 14.1; 16.33).
Les daba su paz (Jn 14.27).
¿Cómo podemos disfrutar de una paz duradera?
Paso 1— La paz con Dios.
La salvación, una decisión única, es el punto en el que comenzamos a disfrutar de la paz de Dios.
Antes de ser salvos, estábamos separados de Dios por el pecado (Is 59.1, 2). En Romanos 5.10 se nos dice que, de hecho, éramos enemigos de Dios.
Después de recibir la salvación, tenemos una relación personal con Jesucristo. Eso significa que hemos sido perdonados, que andamos en amor, que el Espíritu Santo mora en nosotros, que contamos con la seguridad de la vida eterna, y podemos recibir las bendiciones del Señor.
Paso 2— La paz de Dios.
Para disfrutar la paz de Dios, tenemos que andar de acuerdo a sus mandamientos en todo momento; y en eso incluimos nuestras decisiones diarias.
Tenemos la opción de aceptar o rechazar su paz, pero siempre está disponible para nosotros (Fil 4.6, 7).
La paz duradera…
Viene de Jesucristo.
No depende de nuestras circunstancias.
Se basa en la relación personal de fe, obediencia y amor a Cristo.
Va más allá de lo que podemos comprender, pero se nos da la oportunidad de experimentarla.
Requiere que nos rindamos a Dios.
► “La paz que el Señor nos da es tan maravillosa, que nunca podremos comprenderla a cabalidad”.
¿Cuál es nuestra responsabilidad si deseamos disfrutar de la paz de Dios? Debemos…
Apropiarnos de su paz por medio del poder del Espíritu Santo.
Poner nuestra mirada en Cristo y no en nuestras circunstancias.
Rendirnos a Dios. Su deseo es que seamos uno con Él, y que vivamos en su voluntad.
Reconocer que seguiremos enfrentando problemas en nuestra vida, así como Jesucristo lo hizo.
Confiar en las maravillosas promesas que el Señor ha dado a sus hijos.
Después de ver el sermón
¿Tiene usted la paz que el Dr. Stanley describe como “la paz con Dios”? De ser así, dé gracias. Si no la tiene, ¿desearía aceptar la paz que Jesucristo ofrece por medio del evangelio? Ore de esta manera, o haga uso de sus propias palabras: “Jesucristo, sé que necesito un Salvador. Estoy convencido de que moriste en la cruz para pagar por mis pecados. Te suplico que vengas a mi vida como mi Señor y Salvador personal. Otórgame paz con Dios y vive en mí para siempre. En tu nombre, amén”.
La paz de Dios consiste en mucho más que vivir libre de conflictos o preocupaciones. El término hebreo para describirla es shalom, una visión holística del bienestar completo en Dios, el cual abarca lo físico, lo emocional, lo social y lo espiritual. Podemos disfrutar del shalom con nuestro Padre celestial, con las demás personas, y aun con nosotros mismos. Pídale al Señor que le ayude a disfrutar de su shalom en cada área de su vida.