La necesidad es algo interesante, ¿no le parece? Nuestra idea de ella cambia cuando conocemos a Cristo. De hecho, nuestra comprensión de lo que necesitamos sigue cambiando a medida que maduramos espiritualmente. Los deseos vanos se desvanecen, la confianza en la visión de Dios aumenta, y vemos las bendiciones del Padre celestial por todas partes. No se trata solo de que pensemos de un modo más espiritual. En realidad, Dios provee de manera milagrosa para su pueblo, un hecho que comenzamos a comprender al experimentarlo de primera mano.
Ilustración por Vincent Mahé
Contexto
El mes anterior leímos el capítulo 4 de la carta de Pablo a los Filipenses. Ahora, analicemos su segunda mitad.
LEA
Reflexione
Confiar en Cristo conduce al contentamiento, sin importar cuáles sean nuestros bienes materiales.
Pablo les agradece a los filipenses por la ayuda que le brindan mientras viaja y predica el evangelio. Expresa alegría por su ayuda, pero no porque hayan aliviado una “necesidad” suya (Fil 4.10, 11). ¿No le parece extraño alegrarse por un motivo que no sea la satisfacción de sus necesidades? ¿Qué razón da Pablo para alegrarse por el regalo (v. 17)?
Explique el “fruto” obtenido por los filipenses (Fil 4.17). Ahora, lea Mateo 10.42. ¿Cómo amplía este versículo la idea de “ganancia”?
Considere el contraste entre “un vaso de agua fría” y “recompensa”. ¿Cuál cree que vale más? Reflexione sobre su perspectiva de las necesidades materiales frente a llamamientos más elevados, como cuidar del pueblo de Dios, cumplir la voluntad divina y actuar con altruismo. ¿Cómo complementan las palabras de Pablo: “Sé lo que es vivir en la pobreza” (Fil 4.12) a lo que dice Cristo en Mateo 10.42?
El Espíritu de Cristo que mora en nosotros nos cambia. En los versículos 12 y 13, Pablo dice que el secreto de su contentamiento es “[Cristo] que me fortalece”. El versículo 13 se invoca a menudo cuando uno anhela la victoria o un gran éxito. Pero ¿qué nos dice sobre su significado el hecho de que Pablo incluya que está en “necesidad” y “angustia” (Fil 4.12, 14)?
Continuación del estudio
Pablo reflexiona en cuanto a la ofrenda de los filipenses y la generosidad de Dios.
Aunque Cristo prometió a sus seguidores una recompensa incluso por el regalo más pequeño (Mt 10.42), esa no es la única razón para ocuparse de las necesidades de las personas. ¿Qué le motiva a usted a anteponer la necesidad de los demás a la suya propia?
Pablo dice a sus amigos de Filipos: “Tengo en abundancia” (Fil 4.18). La palabra griega usada aquí para abundancia significa “lo que excede a lo que es necesario”.
El apóstol llama “fragante” la ofrenda de los filipenses (Fil 4.18). ¿Qué cree que quiere decir?
Por último, Pablo hace una declaración en Filipenses 4.19. Nombra algunos milagros o personajes que exhiban las “riquezas de Dios en gloria en Cristo Jesús”. Luego, en oración, confía en Él para que supla todas sus necesidades, recordando que nuestra idea de lo que significa “necesidad” cambia a medida que crecemos en la fe.
Reflexione
Dios es un proveedor maravilloso. A medida que crecemos en semejanza a Cristo, nos volvemos generosos como Él.
Las palabras de Pablo reflejan un gozo verdadero. Para encontrar un contentamiento semejante, deje que su definición de necesidad sea moldeada por Dios, mientras espera recibir de sus recursos ilimitados.
