Ayer hablamos del conocimiento necesario para llegar a ser cristianos. Veamos ahora los elementos restantes de la fe salvadora: la convicción y la confianza.
El conocimiento de Cristo debe ir acompañado de la confianza de que lo que dice la Biblia se aplica a nosotros. En primer lugar, debemos reconocer que hemos violado la ley de Dios, y eso nos convierte en pecadores. Segundo, reconocemos que ninguno de nuestros esfuerzos puede ganar su perdón. Tercero, convenimos en que Cristo murió por cada uno de nosotros y pagó por nuestros pecados. En cuarto lugar, creemos que dicho pago es suficiente; no hace falta nada más. Por último, aceptamos por fe que hemos sido adoptados en la familia de Dios. La invitación se extiende a toda la humanidad.
Una vez que estamos convencidos de que Cristo es nuestro Salvador, la confianza se demuestra mediante la acción. Como “nuevas criaturas” (2 Co 5.17), tendremos una nueva perspectiva y valores diferentes. Cristo, nuestro Señor, tiene ahora autoridad sobre nuestra vida, y solo Él merece ser nuestra máxima prioridad. Él sabe lo que le agrada al Padre, y ha enviado a su Espíritu para vivir en nosotros y enseñarnos.
¿Le falta a usted conocimiento, convicción o confianza? Si es así, ore para que Dios le ayude a experimentar la verdadera fe salvadora.
Biblia en un año: Salmos 71-75