Saltar al contenido principal
Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

Obediencia reacia

¿Alguna vez se ha negado a obedecer a Dios porque sus instrucciones eran algo que no quería hacer?

3 de diciembre de 2021

Jonás 1

¿Alguna vez se ha negado a obedecer a Dios porque sus instrucciones eran algo que no quería hacer? Ese fue el caso de Jonás. Los habitantes de Nínive eran asirios, un pueblo conocido por su agresividad y crueldad. Como eran enemigos de Israel, Jonás pensó que tenía una buena razón para resistir la orden del Señor de predicarles.

Aunque el objetivo era atraer a los ninivitas al arrepentimiento a través de la predicación de Jonás, el Señor también estaba trabajando para cambiar el espíritu carente de amor del profeta —Jonás no quería que esos gentiles experimentaran la gracia divina y el perdón. Aunque al final obedeció y fue a Nínive, su corazón no cambió.

Lo mismo puede ocurrirnos a nosotros. Es posible cumplir con las formalidades de la obediencia mientras que todavía albergamos resentimiento, ira y un espíritu rebelde. Primera a los Corintios 13.1-3 nos advierte que aun nuestros más grandes actos de obediencia, hechos sin amor, no nos benefician en nada. 

El Padre celestial quiere más que un cumplimiento de mala gana; quiere que hagamos su voluntad de corazón (Ef 6.6).

La próxima vez que usted sea reacio a obedecer al Señor, pídale que cambie su corazón. Él quiere que sus hijos no solo obedezcan, sino que también se deleiten en hacer su voluntad.

Biblia en un año: 2 Corintios 5-8

Otros devocionles


Ver todas las meditaciones diarias