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Sermón de TV

Cómo meditar en la Palabra de Dios

Descubra las cuatro disciplinas que nos muestran cómo meditar en las Sagradas Escrituras.

13 de enero de 2024

Cuando buscamos la dirección del Señor es importante recordar que leer la Biblia no es suficiente. También necesitamos meditar en su Palabra y escuchar cuando Dios habla a nuestros corazones. En este mensaje, el Dr. Stanley nos dirige por medio de las siguientes cuatro disciplinas para mostrarnos cómo podemos meditar en las Sagradas Escrituras: prioridad, lugar, propósito y plan.

Bosquejo del Sermón

CÓMO MEDITAR EN LA PALABRA DE DIOS

PASAJE CLAVE: Santiago 1.1-4

LECTURAS DE APOYO: Josué 1.8, 9 | Salmo 63.6 | Salmo 119.148 | Isaías 9.7

INTRODUCCIÓN

Muchos cristianos leemos la Biblia y oramos, pero ¿meditamos en la Palabra de Dios? ¿Sabemos lo que eso significa?

El Señor le dijo a Josué después de la muerte de Moisés: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Jos 1.8). Dios deseaba que el corazón de Josué estuviera lleno con la Palabra de Dios, para que así pudiera guiar correctamente al pueblo de Israel. Eso es justo lo que también desea para nosotros. Si meditamos en las Sagradas Escrituras, el Señor nos mostrará su verdad y nos guiará de acuerdo a su voluntad.

DESARROLLO DEL SERMÓN

La meditación en la Palabra de Dios implica tres cosas:

  • Dejar de escuchar al mundo. Eso significa no televisión, no llamadas por teléfono y no distracciones.

  • Pasar tiempo a solas con Dios. Cuando hablamos de meditar en la Palabra de Dios, nos referimos a estar en comunión con el Señor.

  • Enfocar nuestra atención en la Biblia. No nos referimos a solo leerla, sino a tener una conversación personal con nuestro Padre celestial. Lo primero que debemos hacer es pedirle que nos revele aquello que desea mostrarnos. Luego escuchar sus instrucciones y enseñanzas mientras oramos, leemos y pensamos en el pasaje.

Cuatro requisitos para una meditación efectiva:

  • Prioridad. El diablo tratará de que no podamos enfocarnos en la Palabra de Dios, pues conoce el alimento que recibimos de ella. Si la meditación no es una prioridad en nuestra vida, es probable que no le estemos dedicando tiempo.

  • Lugar. Necesitamos tener un lugar privado, para tener un encuentro a solas con Dios.

  • Propósito. El propósito de la meditación es escuchar la voz de nuestro Padre celestial. Al concentrarnos en su Palabra y buscar su dirección, nos indica su voluntad por medio de algún pasaje de la Biblia.

  • Plan. Debemos apartar tiempo para estar a solas con el Señor mientras leemos su Palabra y le pedimos que nos oriente. Esta oportunidad de estar con nuestro Padre celestial muy pronto se convertirá en la parte más preciosa de nuestro día, pues podemos conocerlo mejor y escuchar su voz por medio de la Biblia.

La meditación incluye tres pasos:

Si usamos Santiago 1.1-4 como guía, podemos aprender a meditar en las Sagradas Escrituras en tres pasos:

  • Observación. Comience con las siguientes preguntas: ¿Quién es el escritor? ¿A quién le escribe? ¿Qué es lo que nos dice este pasaje?

    • Versículo 1 nos dice que esta carta fue escrita por Santiago, quien probablemente era el hermano de Cristo. En ella, Santiago escribe a las doce tribus de Israel que habían sido esparcidas. Aunque estas personas vivieron hace mucho tiempo, la Biblia fue escrita para todas las generaciones, incluyendo la nuestra. Santiago nos da instrucciones específicas acerca de lo que Dios desea hacer por medio de las pruebas y cómo debemos reaccionar ante ellas.

  • Interpretación. ¿Qué significado tiene este pasaje y qué podemos aprender por medio de él? Al meditar en este texto podemos llegar a cambiar la perspectiva con la que enfrentamos las pruebas. En vez de permitir que las dificultades nos venzan, podemos comprender lo que el Señor desea hacer en nosotros.

    • Versículo 2: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas”. Es cierto que al enfrentar las pruebas y los sufrimientos, deseamos que todo acabe pronto, pero Santiago nos dice que la solución consiste en un cambio de actitud. En vez de permitir que la amargura y el resentimiento nos invadan, debemos sentirnos gozosos. No porque disfrutemos el sufrimiento, sino porque sabemos que Dios está en control y promete estar a nuestro lado en todo momento. Nuestro gozo está basado en el Señor y en su propósito, no en la situación que vivimos.

    • Versículo 3: “Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”. Podemos sentir gozo en medio de las pruebas, pues conocemos la verdad. Sabemos que todo lo que el Señor permite en nuestra vida es para la edificación de nuestra fe. El propósito de las pruebas no es nuestra destrucción, es nuestra aprobación. Es de esa manera que somos fortalecidos. Si no aprendemos a perseverar, tampoco podremos hacer frente a las tentaciones y nos alejaremos de la voluntad de Dios. Y sabemos que el Señor usa todo lo que viene a nuestra vida para nuestro provecho.

    • Versículo 4: “Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”. Cuando nos negamos a esperar con paciencia en medio de las pruebas, impedimos que el propósito de Dios se cumpla en nuestra vida. Recordemos que su plan es perfecto, por tanto, desea que nosotros también los seamos. Esto no significa que dejaremos de ser pecadores, sino que seremos fortalecidos y edificados. El amor del Señor para con nosotros es tan grande, que no desea que carezcamos de estas cualidades.

  • Aplicación. De acuerdo a lo que hemos aprendido, ¿cómo debemos responder? ¿De qué manera desea Dios que enfrentemos las pruebas? A continuación compartimos algunas prácticas que nos ayudan a regocijarnos inclusive en medio de las dificultades y sufrimientos:

    • Seguir meditando en este pasaje hasta que venga a ser una realidad en nuestra vida. Una vez que seamos capaces de creerlo, podremos enfrentar toda dificultad con confianza.

    • Recordar que Dios nos ama incondicionalmente. El reconocer que Él siempre hace lo que es mejor para nosotros aumenta nuestra fe.

    • Pedir a Dios que nos indique los aspectos de nuestra vida en el que Él desea que crezcamos. Cada prueba ha sido diseñada para que crezcamos en un área específica de nuestra vida.

    • Reconocer que vale la pena sufrir con tal de recibir el resultado final. Todo lo que Dios permite que llegue a nuestra vida es para nuestro bien.

La meditación en la Palabra de Dios nos ayuda a fortalecer nuestra comunión con el Señor y nos enseña más acerca de la Biblia. Además, Dios nos ha dado su Espíritu Santo, quien nos capacita para interpretar las Sagradas Escrituras y ayuda a aplicarlas.

REFLEXIÓN

  • ¿De qué manera se beneficia nuestra relación con Dios al meditar en las Sagradas Escrituras?

  • Si este tema de la meditación es nuevo para usted, ¿qué cambios debe realizar en su vida para ponerla en práctica? ¿De qué manera cree que esto afectará su vida y la relación que tiene con Dios?

  • ¿De qué manera ha cambiado su perspectiva acerca de las pruebas Santiago 1.1-4? ¿Qué ha aprendido sobre los planes de Dios y el propósito que tiene para cada uno de nosotros? ¿Cómo podría aplicar esta enseñanza de manera específica?

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