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Sermón de TV

La Navidad nos enseña a dar

Recuerde que todos los que acompañaron el nacimiento del Señor Jesús fueron dadores alegres.

24 de diciembre de 2022

Como seguidores de Cristo, debemos ser dadores gozosos, ya que ese es el modelo que nos ha sido dado. En este mensaje, el Dr. Stanley nos recuerda que todo lo que tuvo que ver con el nacimiento de Cristo, involucró a dadores: el ángel, el dueño del mesón, los pastores, los magos, y Dios mismo. Cristo dio lo más que pudo: enseñanza, capacitación, tiempo, sanidad y, finalmente, su propia vida.

Bosquejo del Sermón

LA NAVIDAD NOS ENSEÑA A DAR
PASAJE CLAVE:
Lucas 2.1-20
LECTURAS DE APOYO: Mateo 28.19, 20 | Marcos 10.47-49 | Lucas 6.38 | Juan 4.4 | Hechos 4.32 | 2 Corintios 9.6 | Gálatas 4.4
INTRODUCCIÓN

La temporada navideña nos ofrece una maravillosa oportunidad para demostrar amor y aprecio por medio de los regalos que damos.

A causa del materialismo que casi siempre acompaña las celebraciones, algunos cristianos se preguntan si esta práctica tiene base bíblica. Si bien es cierto que el mercantilismo ha corrompido esta tradición, ello no es una buena razón para abandonar la práctica de dar regalos. No existe una mejor época del año para demostrar generosidad hacia los demás. El nacimiento de Cristo, su vida y su ministerio se caracterizaron por dar. Nosotros también debemos ser dadores alegres.
DESARROLLO DEL SERMÓN

El nacimiento de Jesucristo se caracterizó por dar.
Todos los que fueron parte de la historia de la Navidad ofrecieron algo:

  • María dio su cuerpo y su reputación. Entregó su cuerpo por voluntad propia para dar a luz al Hijo de Dios. Además, como no estaba casada aún, también entregó su reputación. A pesar de que su compromiso con José era considerado casi como un matrimonio, quedar embarazada antes de la ceremonia nupcial era prueba suficiente de adulterio para ser apedreada.
  • Augusto César dio un decreto. El emperador romano ordenó un censo para poder imponer impuestos a todos. Aunque César pensó que esta idea provenía de él, Dios lo usó para cumplir su divino propósito. La profecía decía que el Mesías nacería en Belén, pero José y María vivían en Nazaret.
  • El encargado de la posada dio un establo. Cuando José y María llegaron a Belén, la ciudad estaba tan llena, que ya no encontraron un lugar decente para que diera a luz. Aunque el mesón estaba lleno, el mesonero ofreció lo único que tenía, un establo para que naciera Jesucristo. En cada etapa de su vida, el Señor nos ayuda a identificarnos con Él, desde su humilde comienzo, pasando por su estilo de vida, hasta su oficio como carpintero.
  • El ángel dio un anuncio. El primer reporte del nacimiento de Cristo fue dado por un glorioso ángel a un grupo de humildes pastores. Al escuchar el anuncio y la ubicación del nacimiento, se apresuraron para ir a ver al niño en el pesebre, quien estaba acompañado de José y María.
  • Los pastores dieron un testimonio. Después de haber visto al Mesías, no pudieron quedarse callados, sino que les contaron a todos lo que habían visto y oído. Sin embargo, aquellos que los escucharon solo se asombraron, pero nunca trataron de ir a ver a Jesucristo.
  • Los magos dieron sus regalos y adoración. Es muy probable que fueran astrólogos o filósofos que vinieron de Persia. Una vez que la estrella captó su atención, comenzaron una larga jornada para encontrar al recién nacido Rey de los judíos. Cuando encontraron a Jesucristo, le adoraron y le ofrecieron regalos, oro, incienso y mirra.
  • Dios Padre dio a su Hijo unigénito. El mayor regalo de todos provino de Dios Padre, quien dio a su Hijo para que muriera por el mundo, como sacrificio por nuestros pecados. ¡Qué maravilloso regalo nos dio Dios al ofrecer a su Hijo Jesucristo!

La vida de Cristo se caracterizó por dar.

Una vez que Jesucristo comenzó su ministerio, cada momento de su vida se caracterizó por dar. 

  • Se dio a sí mismo al enseñar la verdad. Comenzó a enseñar la verdad del evangelio cuando apenas tenía 12 años de edad. Se sentó en el templo con los fariseos y saduceos mientras les preguntaba y respondía a sus preguntas.
  • Dio de su tiempo para estudiar la Palabra de Dios. Desde que era un muchacho, hasta que tuvo 30 años, estudió las Sagradas Escrituras, escuchó en las sinagogas y aprendió de sus padres, para poder estar listo por completo para comenzar su ministerio de enseñanza de la Palabra de Dios.
  • Se dio a sí mismo para sanar a los enfermos. Jesucristo sanó a muchas personas y sacó demonios de los lugares que visitó. Nunca estuvo tan ocupado como para no ocuparse de las necesidades de quienes lo buscaban. Cuando Bartimeo escuchó que el Señor estaba cerca, clamó para llamarlo (Mr 10.47-49).
  • Aunque solo era un ciego pobre que mendigaba para vivir y sin valor ante los ojos de los demás, Jesucristo se detuvo y lo sanó. Sin importar cuan insignificante nos sintamos, Cristo siempre tiene tiempo para escucharnos, contestar nuestras oraciones y proveer para nuestra necesidad.
  • Dio de su tiempo para instruir a los 12 discípulos. Aunque el Señor enseñó y ministró a las multitudes, su ministerio principal se enfocó en los 12 discípulos. Como sabía que se les confiaría la misión de proclamar el evangelio a todo el mundo, Jesucristo los entrenó durante tres años (Mt 28.19, 20). Después de ser llenos del Espíritu Santo, con fidelidad cumplieron con la misión que se les había encomendado. Esta es la misma misión que tenemos en nuestros tiempos y el mismo poder de su Espíritu, que declaremos el mensaje de salvación al mundo perdido.
  • Se dio a sí mismo como amigo. En todo momento el Señor dio todo lo que tenía por los demás. Cuando visitó a María, Marta y Lázaro con el propósito de descansar, continúo dándose a sí mismo, mientras María escuchaba sus enseñanzas.

La vida del cristiano debe caracterizarse por dar a otros.

El verdadero seguidor de Cristo es un dador. Esto es algo que no solo debemos hacer durante la Navidad, sino a lo largo del año. La generosidad es parte de nuestra identidad en Cristo y debe ser la manera natural en la que respondemos ante las provisiones y bendiciones que Dios nos otorga. Dar es un recordatorio constante de que todo lo que tenemos proviene de Él. La Iglesia del Nuevo Testamento dio el ejemplo de dar al compartir todas sus posesiones (Hch 4.32). Algo que debemos aprender acerca de la generosidad es que:

  • Si damos con generosidad de igual manera recibiremos. En 2 Corintios 9.6 Pablo nos recuerda que nuestra generosidad, o la carencia de ella, afecta nuestro futuro de una manera u otra.
  • Debemos compartir el evangelio lo más que podamos. De todos los regalos que hemos recibido, el regalo de la vida eterna es el que tiene más valor. Por eso debemos estar dispuestos a compartir con otros lo que Jesucristo ha hecho en nuestra vida. La Navidad es una oportunidad para compartir el regalo más preciado de todos. Nunca sabremos la influencia que tendrán en otros nuestras palabras, hasta que nos atrevamos a hablar.

REFLEXIÓN

  • ¿Cuál es su actitud en cuanto a regalar durante la Navidad? ¿Ha permitido que el materialismo de este mundo le robe el gozo y la generosidad?
  • ¿Qué puede hacer durante esta Navidad para dar a otros fuera de su hogar? ¿Qué puede ofrecer a los que están pasando por alguna necesidad? ¿Qué regalos puede ofrecer que no sean costosos?
  • ¿Existe algo que le impide compartir el mensaje del evangelio durante la Navidad? ¿Qué puede hacer para derribar esos obstáculos?

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