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Estudio Bíblico: _____, esperanza y amor

¿En qué se convierte la vida cristiana sin fe?

Personal de Ministerios En Contacto 8 de noviembre de 2023

¿Ha confundido usted alguna vez el azúcar con la sal? Tal vez trató de hornear algo, endulzar su café, o incluso sazonar la cena. Puso el ingrediente equivocado y el resultado final olía y parecía apetitoso, hasta el decepcionante primer bocado. Del mismo modo, en nuestra peregrinación de fe, podemos confundir una serie de actitudes y emociones diferentes con una fe auténtica. Pero Dios, que mira nuestro corazón, siempre conoce la diferencia.

Ilustración por Adam Cruft

La fe en el antiguo testamento

Desde las primeras páginas de Génesis, Dios nos da ejemplos de personas que vivieron con fe.                 

Lea

Hebreos 11.1-19

Reflexione

Actuar con fe puede implicar riesgos o pérdidas, pero hacerlo vale la pena, pase lo que pase. Esto se debe a que nuestro amoroso Padre celestial siempre tiene en mente lo mejor para sus hijos. 

  • Para Dios, creer es la clave de la justicia (Gn 15.6). Puesto que el sacrificio de Abel fue visto como evidencia de fe genuina (Gn 4.3-8), él “alcanzó testimonio de que era justo, y muerto, aún habla por ella” (He 11.4). Nombre a algunos creyentes que “todavía hablan” a su vida, aunque ya no están aquí. 

  • Abraham confiaba tanto en la confiabilidad de las promesas del Señor, que fue capaz de cumplir la orden terrible de sacrificar a su amado hijo (He 11.17-19). ¿Ha sentido alguna vez que Dios le ha llamado a hacer algo que le parecía peligroso o angustioso? ¿Cómo aconsejaría a alguien que está enfrentando una decisión que requiere un acto de fe? 

  • Algunas veces actuar por fe puede inspirar temor. Lea Daniel 6.6-10. Por adorar a Dios, Daniel arriesgó su cabeza. Enumere algunos principios y prioridades que le ayudan a saber cómo proceder si las instrucciones de un empleador, de la escuela, de la iglesia o de otra autoridad parecen contradecir las Sagradas Escrituras. 

  • Lea 1 Samuel 24. Mientras era perseguido, David tuvo la oportunidad de quitarle la vida a su opresor. Pero resistió la tentación por ser [Saúl] “el ungido del Señor” (v. 6).

La fe en el antiguo testamento

En los Evangelios, Cristo recalcó muchas veces que Dios da prioridad a la fe. 

  • A menudo, Cristo relacionaba la fe de una persona con la sanidad. (Véanse Mt 9.27-31; Mr 10.46-52; Lc 8.42-48). Además de que también restauró la salud a algunos que no la habían pedido (Jn 5.1-15). De hecho, el ciego de nacimiento ni siquiera sabía quién lo había sanado, pero quería averiguarlo para poder creer en el Señor y adorarlo (Jn 9.35-38). ¿Qué puede usted concluir sobre el papel de la fe?

  • Lea Hechos 14.8-10. El versículo 9 dice que Pablo fijó sus ojos en el hombre y vio que este tenía fe para ser sanado. ¿Qué puede indicarle a usted que una persona está abierta al Señor Jesús? 

  • Los mismos “hombres de poca fe” (Mt 8.26) que se habían escondido por temor detrás de una puerta cerrada (Jn 20.19) proclamaron audazmente a Cristo después de la resurrección (Hch 2.14-40). Cuando piensa en su pasado, ¿puede ver evidencias de una fe en aumento en su propia vida?

Reflexione

¿Cuál es nuestro papel en el desarrollo de la fe? 

  • Los maestros dan exámenes para poder evaluar el conocimiento de cada alumno. Pero nuestro Dios ya conoce el resultado; sus pruebas de fe nos muestran a nosotros qué tan preparados estamos para confiar en Él y, de hecho, hacer crecer nuestra fe cuando veamos lo que el Señor hace a través de nuestras respuestas.

Profundice

Considere cómo se aplica este estudio a su vida.

Las expresiones externas de cristianismo pueden darse sin fe, pero no nos acercan más a Dios si solo lo hacemos “por apariencia o costumbre”. Él lee el corazón y sabe cuándo la confianza y la devoción motivan la adoración, el servicio y la conducta. Nuestro Padre celestial no espera la perfección instantánea, pero sí quiere que nuestra fe madure. Entonces podemos pasar de preocuparnos por nuestras circunstancias a descansar con confianza en Él.

  • En la Biblia vemos tres niveles de fe. Santiago 1.6-8 describe a la persona de poca fe como alguien que lucha con dudas sobre si Dios actuará. Esta persona de “doble ánimo” es “semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”. Por supuesto, enfrentarnos a una nueva adversidad puede hacernos dudar, pero el Señor no quiere que siempre sea así. Trate de recordar algún momento en el que la incertidumbre en cuanto a la capacidad o la voluntad de Dios para actuar le privó de paz.

  • El siguiente nivel —una fe grande— se enfoca en Dios, no en las circunstancias. Desarrollamos esta confianza sumergiéndonos en la Palabra. Describa la relación entre conocer las promesas bíblicas y ser capaz de “aguantar” durante las pruebas.

  •  La fe perfecta va más allá, permitiéndonos descansar en la seguridad de las promesas de Dios. Para animarnos a tener esa confianza, Cristo dijo: “Si algo pidiereis en mi nombre yo lo haré” (Jn 14.14), y luego: “creed que lo recibiréis, y os vendrá” (Mr 11.24).

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