Saltar al contenido principal
Fotografía por Charles F. Stanley.
Meditación diaria

Deje a un lado las viejas costumbres

Como nuevas criaturas en Cristo, no tenemos por qué usar la ropa sucia de la carne.

17 de enero de 2022

Efesios 4.17-24

Parece que en un mundo de prosperidad y abundancia, habría gran satisfacción, pero es todo lo contrario. ¿Por qué hay tantas personas infelices, llenas de ansiedad e inquietas?

La razón principal es que la mayor parte del mundo no conoce a Jesucristo como Señor y Salvador, por lo que no pueden tener la paz y gozo que Él da. Pero también hay cristianos descontentos porque están usando “ropas” viejas de su pasado. Estas ropas pueden ser sentimientos o traumas de la infancia, o puede que dichos cristianos estén tratando de aferrarse a comportamientos de su vida antes de Cristo.

La solución es ponerse la ropa nueva que Jesucristo consiguió para nosotros (Is 61.10). Debemos dejar a un lado los viejos hábitos y patrones de pensamiento, de la misma manera que lo haríamos con la ropa sucia. Esto significa que ya no debemos recordarnos los males que nos han hecho los demás. Tampoco debemos albergar hábitos pecaminosos, continuar con las prácticas mundanas o pensar como lo hacíamos antes.

Como nuevas criaturas en Cristo, no tenemos por qué usar la ropa sucia de la carne. En cambio, debemos ejercitar nuestra mente renovada y ponernos las vestiduras nuevas que Dios nos ha dado. Estaremos satisfechos solo cuando dejemos lo viejo y nos pongamos lo nuevo.

Biblia en un año: Éxodo 4-6

Otros devocionles


Ver todas las meditaciones diarias